Una mañana de verano, la ventana pequeña de la Biblioteca del pueblo que quedó abierta porque hacia mucho calor y, como habían dejado dentro varios cestos de frutas, cuando refrescó, se acercó a la ventana una serpiente muy curiosa. Tan curiosa era que se encaramó a los barrotes de la ventana y entró siguiendo el olor de una coca muy madura.
Pero, paseando por la habitación se rozó con algo nuevo; Era un libro que habían dejado en el suelo y, como era nuevo para ella, comenzó a olerlo y tocarlo; estaba muy oscuro pero no conocía ese olor. ¿qué sería?
Como estaba todo calentito, encontró algo parecido a una rama y se dispuso a dormir, pero, aparecieron dos pequeños ratoncillos que comenzaron a correr y saltar sobre ella.
SEGUIREMOS este cuento EN OTRA ENTRADA O, CONTINÚA TÚ ESTA HISTORIA.
¿Qué comió en la Biblioteca?
Athenea os presenta a su amiga la serpiente comeletras que estamos preparando en clase. Las dibujo en papel de máquinas registradoras y les pongo dos palillos en los extremos para que parezca un pergamino.
Puede presentarse por la cabeza o por la cola. Desde la A o desde la Z.
TODAS SON DISTINTAS. LAS HE DIBUJADO MÁS LARGAS, MÁS CORTAS, MÁS DELGADAS, MÁS GRUESAS.
Es fácil de hacer, las colorean y las usan para reforzar el abecedario.
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